En los campos de Andalucía, donde hace siglos se crió y seleccionó el caballo español, se sigue guardando formas, tradiciones, costumbres heredadas de años y años de tradición. Aquellos caballos de pura raza española, los mismos que pintara Goya o Velázquez en sus cuadros reales, siguen llevando a cabo añejas faenas de campo, mientras el sol llena de brillo y de luz el campo con la brisa del amanecer.
Quedan algunas ganaderías de cría del caballo español que también seleccionan, con igual mimo y esmero, al ganado bravo. En esas ganaderías se guardan los secretos de la doma vaquera. Secretos que guardan las inmensas llanuras donde galopan sus caballos, que trabajan con arte, con chispa, otorgándole una funcionalidad especial al caballo español de Andalucía. (Fotos: Rafael Lemos).
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