redirect

jueves, 29 de diciembre de 2011

Artículo dedicado al Catedrático D. José Sanz Parejo con motivo de su reciente homenaje en Córdoba.


El Profesor Sanz Parejo con el célebre semental Poseído VII

D. José Sanz Parejo en el homenaje que le hizo la UCO.








"Es muy difícil añadir algo cuando está casi todo dicho. Hace muy pocos días, se rindió un merecido homenaje a  José Sanz Parejo, caballero y señor del mundo ecuestre. El área de Reproducción Equina del Hospital Clínico Veterinario situado en el Campus de Rabanales, en Córdoba, tiene ya su nombre grabado tras inaugurar una placa conmemorativa en un acto que contó con numerosas personalidades del mundo equino y universitario. Catedrático de Cirugía y Reproducción, José Sanz Parejo estudió en Sevilla y, años más tarde, marcaría una época como profesor y catedrático en la Facultad Veterinaria de Córdoba. Se haría interminable enumerar los aspectos más destacados de su amplísimo currículum, pero sí podríamos destacar que dejó una extraordinaria impronta tanto en su prolífico magisterio como en darle una mayor categoría a su profesión. Siempre innovador, eficaz y brillante, además de conseguir importantes avances en el ámbito de la investigación, ha sido  gran impulsor a la hora de crear una asociación que preservara el histórico caballo español de estirpe cartujana, donde nos ha dejado sus estudios y conocimientos en obras como «Por las sendas del caballo de pura raza española».  Considero una osadía analizar la intachable carrera de alguien tan ejemplar. Por ello, quisiera terminar recordando una frase la cual tengo por máxima en la vida: «La  competencia sólo asusta a los incompetentes». Así es José Sanz Parejo, hombre sabio, de enorme espíritu de trabajo y sacrificio, pero a la vez, de gran sencillez humana. Es, quizás, su personalidad, la que más me llamó la atención desde niño, admirando en él su seriedad y un carácter y filosofía única. Ejemplo de generaciones futuras, hoy, desde el cariño, quisiera sumarme a este dignísimo reconocimiento a quien sigue siendo maestro por veredas de la amistad, del caballo y de la vida".

 Publicado en el diario La Razón: 






miércoles, 7 de diciembre de 2011

Amplio reportaje histórico de la Yeguada Agrícola Peralta.













La Revista Siglos de Toros publicó en noviembre este reportaje que reproducimos a continueción:


A las puertas de Doñana, a orillas de un Guadalquivir que parece buscar el abrazo infinito del mar, por las tartésicas tierras de arrozales y marismas de La Puebla del Río, pasta la histórica ganadería de los hermanos Ángel y Rafael Peralta. Por el antiguo Cortijo de San Antón, también conocido como Cortijo de Rojas, hoy Rancho El Rocío, cuentan que pasó Colón en sus viajes al regresar del Nuevo Mundo, pues el viejo cauce del río circunda la finca que hoy es enclave de cría y selección de unos toros y caballos únicos.

A finales del S XIX, concretamente, en 1892 nace Rafael Peralta Giner, agricultor y fundador de la actual yeguada. A principios de la década de los 20 del pasado siglo comenzó su andadura como ganadero caballar con varias yeguas españolas, adquiridas a otros ganaderos de la zona. Es a partir de esos años cuando empieza a marcar sus ejemplares con el hierro de la “R”. Tras varios años como ganadero y al comenzar Ángel Peralta a rejonear en 1943, se fueron adquiriendo diversos sementales PRE, generalmente, del Hierro del Bocado. De todos estos caballos, destacaría de manera notable “Nervioso II”, también conocido como “Ruiseñor”, de capa castaña, adquirido a Fernando C. Terry del Cuvillo y con el que Ángel peralta recogería las prestigiosas “Espuelas de Oro” en Wembley (Inglaterra). Este semental dejaría una importante descendencia y se convertiría en uno de los pilares fundamentales de la ganadería.

Además de este gran caballo, los hermanos Peralta fueron seleccionando y adquirieron otros dos sementales españoles (“Noticiero III” y “Jocoso IV”) que, unido al célebre “Indiano VII”, dejarán en la yeguada una imborrable impronta.

Con el paso del tiempo, se va seleccionando un caballo de Pura Raza Española de gran belleza y morfología, pero sobre todo, con claras aptitudes para la doma, polivalente, versátil, fácil de boca y con una extraordinaria flexibilidad. Estos caballos de Pura Raza Española, artista y funcionales, han brillado también de forma sobresaliente en todas las plazas.

De esta rama, provienen algunos productos muy destacados. Desde la histórica yegua “Centenaria III” (tres veces Campeona de España de Doma Vaquera) hasta “Solea XX”, Campeón de España de Doma Clásica en SICAB 2007. Asimismo, los últimos campeones de la raza PRE de los Estados Unidos, “Vitote” y “Casuco II”, son hijos de sementales de la Yeguada Agrícola Peralta que dejaron su simiente en las américas.


Paralelamente, los hermanos Peralta llevan otra línea de caballos cruzados (registrados como CDE, Caballo de Deporte Español) con excelentes resultados para el rejoneo y otras disciplinas ecuestres. De esta línea proceden sus afamados ejemplares de capas baya y perla.

La ganadería de Peralta es, también, hoy día, toda una Escuela de Equitación Torera, donde estos caballos -seleccionados genéticamente para el rejoneo- aprenden a torear, a vencer el miedo, a sentirse en la plaza, proporcionando a los rejoneadores del escalafón actual los más importantes triunfos.

A decir verdad, son muchos los rejoneadores que han tenido o tienen en sus cuadras algún caballo con el hierro de Peralta. Haciendo un repaso en el tiempo podemos destacar a: Pablo Hermoso de Mendoza con Dólar, Ardilla o Samurai; Leonardo Hernández con Hechicero e Iluso; Álvaro Montes con Elegante y Violeta; o Andy Cartagena con Brujo, Laurel AP y Bético, por poner sólo algunos ejemplos. En la actualidad, poseen también ejemplares de la ganadería figuras como Fermín Bohórquez Domecq, Joao Moura Jr, Diego Ventura, y nuevos rejoneadores como Lea Vicens o Luis Valdenebro.

Además, se da la circunstancia de que, mientras muchos rejoneadores van a Portugal en busca de caballos para torear, han sido los propios “cavaleiros” lusitanos los que acuden a casa de los Peralta para encontrar el equino ideal para interpretar el bello Arte de Marialva.

Ambas líneas de la ganadería, tanto la del Pura Raza Español como la de ejemplares CDE, poseen unas características muy definidas, constituyendo una fuente inagotable de caballos toreros… Los hermanos Peralta llevan más de medio siglo seleccionando estos caballos con un resultado espectacular en los ruedos de todo el mundo.

No podríamos terminar este reportaje sin recordar los legendarios nombres de la cuadra de Ángel y Rafael Peralta: Mejanes, Sol, Brujo, Hechicero, Mago, Mágico, Chola, Horizonte, Limonero, Apolo, Dólar, Calandrio, Soleá, Aviador, Rumboso, Halcón, Hilador, …, todos ellos marcados con el hierro de la famosa “R”.

Ángel y Rafael Peralta siguen montando a diario, porque el caballo es su vida. Actualmente, en la finca “Rancho El Rocío” dirigen el espectáculo “Andalucía a caballo”, que han actuado en lugares como el coso romano de Arles (Francia), la Euroferia andaluza de Bruselas (Bélgica), la Copa Mundial de Saltos de Zurich (Suiza), los Juegos Ecuestres de San Petersburgo (Rusia) o, más recientemente, en el Royal Ecuestrian Festival, organizado por el Sultán de Omán.

En las marismas de La Puebla, el vuelo de un flamenco parece recordar algunos de sus pensamientos, filosofía de vida y “cabriolas”: “Amar a los animales, es amar a la creación”; “al hombre como al caballo lo doma el tiempo”; “la ilusión acorta los años y alarga la vida”; ”sumar luchas es multiplicar valores”; ”el amor es la llama, la familia la hoguera”.

Y cómo pasa el río, de igual manera, pasa sobre la mente una extensa película de crónicas, fotografías y páginas, llena de plazas de toros, de nombres de caballos, de tardes de triunfo y de gloria, llena de galopes por el ruedo de la vida. Allí, en la cuna del toro bravo, la silueta de dos centauros se sigue reflejando sobre el espejo de lucios cuando las cigüeñas vuelan de regreso a la hora del lubricán marismeño. Y en el horizonte, quedan grabados los versos del primer caballo, aquel que cuidaron con el mismo amor con el que siguen criando sus potros hoy día para crear una estirpe única de caballos toreros:



De mi “Gaviota” el herraje

conservo como un tesoro,

lo que ayer en él fue hierro

hoy en mi recuerdo es oro”.

                                                     (Redacción "Siglos de Toros")